Método Montessori

¿Que es el método Montessori?

El método Montessori es una forma distinta de ver la educación. Busca que el niño o niña pueda sacar a la luz todas sus potencialidades a través de la interacción con un ambiente preparado, rico en materiales, infraestructura, afecto y respeto. En este ambiente, el niño y la niña tienen la posibilidad de seguir un proceso individual guiado con profesionales especializados.
 

¿Qué es la educación Montessori?

El método Montessori constituye un sistema educativo destinado a promover la espontaneidad de los niños y niñas, dentro de un ambiente especialmente preparado que favorece el auto desarrollo, físico, mental, emocional y espiritual.

En este modelo educativo, el desarrollo de aprendizajes no tiene límites.

El ambiente de trabajo potencia todas las áreas del desarrollo: las ciencias, las matemáticas, el lenguaje, el arte, el desarrollo motor, entre otros. Este sistema educativo promueve la convivencia con los otros, las habilidades sociales, el desarrollo de la autoestima, los hábitos de orden, perseverancia, concentración, amor por el trabajo, autonomía, habilidades motrices, desarrollo de los sentidos, autocontrol, la conciencia del entorno, el manejo de libertad, la responsabilidad, liderazgo, la autodisciplina y el pensamiento crítico, entre otros.

Esta propuesta educativa, nace de la experiencia y observación de años de estudio de su fundadora María Montessori, de quien el método toma su nombre.

María Montessori


 
 

María Montessori nace en 1870 en Chiaravelle, en la provincia de Ancona en Italia. Tuvo la oportunidad de asistir a la Universidad y se convirtió en la primera médica que tuvo Italia. Fue ayudante de la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Roma, se interesó por la educación de los niños que tenían algún tipo de deficiencia mental y aplicando métodos experimentales, enseñó a los niños a leer y a escribir.

La doctora pensó que su método podría ser aun más eficaz si lo ponía en práctica con chicos que no tuvieran ningún tipo de dificultad.

El principio básico que sostenía era que el niño necesitaba estímulos y libertad para aprender. El maestro tenía que dejar que el alumno expresara sus gustos y preferencias y algo más importante aún, había que dejar que se equivocara y volviera a intentar lo que había intentado. María Montessori insistía en modificar el rol del maestro dominante y dejar que el alumno tuviera un papel más activo y dinámico en el proceso de aprendizaje.

Gracias a ella se dejó de lado la típica idea de las aulas de clase oscuras, sin ventanas, ambientadas únicamente con un pizarrón, se empezó a dar la importancia a los lugares agradables, amplios, donde los pequeños podían moverse sin problemas.

En enero de 1907, María funda en Roma la primera “Casa para niños”, donde ellos contaban con pequeños muebles sencillos y un magnífico material pedagógico (formas geométricas, aros, palos, lápices, pinceles y pinturas de varios colores) que iban haciendo que el aprendizaje fuera ameno, casi como un juego. La influencia que tuvo la doctora con su sistema fue mundial y la mayoría de sus ideas hoy forman parte de nuestro conocimiento, lenguaje y manera de entender a los niños.

Desde la apertura de su primera escuela en Roma, en 1907, la educación Montessori se ha extendido hasta tal punto que en la actualidad hay más de 22,000 colegios Montessori en el mundo. Solo en EEUU, existen más de 5000 programas Montessori, de los cuales 475 son públicos y actualmente siguen creciendo. En España se inician cada año nuevos proyectos educativos basados en esta pedagogía.